Las razones de este proyecto

Personalmente creo que en la vida todo tiene una razón de ser y los motivos para enfrentarse a un reto personal son variados, como variadas son las formas de llevarlo a cabo. En mi caso la idea de construirme mi propio telescopio reflector tipo Newton ha sido una evolución de diversos recuerdos y emociones distanciadas en el tiempo que me gustaría compartir.

Tengo recuerdos de mi infancia, muy claros y agradables, de aquellas noches de verano en las que en la casa de mis abuelos paternos, después de cenar, nos reuníamos en el exterior de la casa, en la que se disponía de dos bancos y una gran acera, al fresquito de las noches de verano. Estaba apartada del centro urbano de Villagarcía de Arosa, y esto hacía posible disfrutar de unas noches despejadas y limpias que me permitieron ver algo que me fascinaba: era la gran cantidad de estrellas que podía ver y, de vez en cuando, aquellas estrellas fugaces espectaculares.

Aquellos tiempos ya han pasado y jamás tuve la oportunidad de darle continuidad a aquella fascinación de ver el cielo nocturno, quizás porque viviendo ya en una ciudad no es posible acceder a un cielo oscuro y sin contaminación lumínica con tanta facilidad.

Los años fueron pasando pero siempre tuve esa inquietud de poder disfrutar de una visión del cielo de noche. Tan solo unas pocas de veces, sobre todo en agosto, he conseguido convencer a algún amigo para desplazarnos fuera del casco urbano, buscando la oscuridad, para poder observar el espectacular fenómeno que acontece todos los meses de agosto: la lluvia de Perseidas.

Hasta aquí esa fue mi relación con lo que podemos denominar observación del cielo a simple vista.

En algún momento de los años 80 un descubrimiento pasando por la carretera de Orense me dejó fascinado: alguien había construido un espectacular observatorio privado!!. Para mi fue motivo de admiración y envidia sana. Saber que allí vivía alguien que podía disfrutar de la posibilidad de observar el cielo con un telescopio!!!

Hoy en día sigue allí, en Viascón y desde ese año de  la década de los 80 soy incapaz de pasar por esa carretera y no girar la cabeza para poder asegurarme que sigue allí..... y sigo pensando que me encantaría conocer al dueño/a y que me invitase a conocer esas instalaciones y, por supuesto, y si el tiempo lo permitiese, observar el cielo con ese gran invento. (Se ve perfectamente cuando se viene desde Orense a Pontevedra a mano derecha un poco antes de Casa Manolo)

Y todo pasó muy rápido desde entonces, alguna noche más a la intemperie en agosto para observar el cielo a simple vista y poco más, pero siempre con esas ganas "enquistadas" de poder disfrutar de cielo a través de algún instrumento más potente que los ojos.

Lo cierto es que jamás se me dio por intentar hacerme socio de alguna sociedad astronómica local, ni siquiera de comprobar si existían.

Pero estas navidades del 2011 se produce un cambio de inflexión en todo esto. Hace un par de años los avatares de la vida me han llevado a conocer a una persona excepcional y maravillosa, mi actual pareja, que es de la provincia Cádiz. Así que ahora mis vacaciones las disfruto en esa provincia, más concretamente en Chiclana de la Frontera y esto, aunque parezca mentira, me ha permitido disfrutar de nuevo de aquellas experiencias de mi infancia que he comentado al principio de este blog.

Otra vez me encuentro con la posibilidad de disfrutar de la estancia en una casa a las afueras del casco urbano de una ciudad, y además, como todas las casas andaluzas, con la típica terraza plana, transitable, "encalaita de blanco", alegre y soleada; y por las noches oscura y adornada con un espectacular cielo lleno de estrellas, por lo menos con las más significativas.

Así estas navidades pasadas del 2011, he podido observar una luna increíble, llena de detalles; la casualidad es que me encanta la fotografía y siempre que puedo estoy con mi cámara al hombro y con el trípode en el maletero.

Una modesta cámara de 240 Euros, compacta pero con un zoom de x26 y mi trípode, un regalo que mis compañeros de trabajo en mi cumpleaños. Así que había que intentarlo. Cámara al trípode y a disparar!!! intentando que el conjunto no se moviese mucho.

Para la idea que tengo de todo esto (ninguna) las fotos han sido espectaculares!!! Jajaja...

FOTOGRAFIAS REALIZADAS CON OLYMPUS SP-590 UZ

Todo esto, sumado a que tengo el Google Sky Map instalado en mi móvil y una vez que se lo he enseñado, (en esa misma terraza que comenté antes), al jovencísimo sobrino de mi pareja y quedando fascinado, parece ser que este tema de los planetas las estrellas, le encanta, me ha llevado a pensar en la posibilidad de tener un telescopio con el que poder disfrutar de las noches cada vez que me vaya de vacaciones al Sur, y sobre todo de poder compartirlo con ese niño entusiasmado con este tema.

Por lo tanto el reto es: CONSTRUTIR MI PROPIO TELESCOPIO.